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Protección solar: ¿cuándo y por qué?

Dra. María José Alfaro Vega, Directora Médica - Clínica Alfaro, UCR - CMC#6349


El sol es la estrella más cercana a la Tierra y constituye la mayor fuente de radiación electromagnética de este sistema planetario. Esta radiación es conocida como radiación solar, posee incuestionables beneficios para la salud y hace posible la vida en nuestro planeta. Sin embargo, su acción en el ser humano también genera efectos no deseados que invitan a tomar medidas apropiadas.


A la superficie de la Tierra llega solo una parte del amplio espectro de las radiaciones que proceden del sol, dentro de las cuales se encuentran:

  • La radiación ultravioleta (UV) A y B

  • La radiación UVC que es repelida por la capa de ozono ahora también constituye un peligro dado el daño que ha sufrido dicha capa

  • La radiación infrarroja (IR)

  • La luz visible que cada vez cobra más importancia, sobre todo la luz azul que es la que tienen los componentes electrónicos

Cada una de estas radiaciones tiene características particulares que generan efectos en diferentes capas de la piel. Las condiciones climáticas, de altitud, latitud y horario también influyen en el potencial daño recibido por la piel. De aquí se derivan las recomendaciones o cuidados a seguir para protegernos de ellas.


Recomendaciones:

  • Evite las horas de mayor intensidad de la radiación solar, suelen ser las 4 horas cercanas al medio día.

  • Evite la exposición si está usando un medicamento que haga la piel más sensible a la luz.

  • Utilice un bloqueador solar acorde con su fototipo, tipo de piel y rutina diaria.

  • Reaplique el bloqueador según las características de su piel y mínimo cada 3 horas. Considere las condiciones ambientales en las que se encuentra.

  • Proteja la mayor área posible de su cuerpo, no olvide las zonas frágiles como el contorno de los ojos y labios.

  • Use ropa que cubra la mayor parte del cuerpo. No se requiere ropa con protección ultravioleta, pero debe ser transpirable y cómoda.

  • Use sombreros y gorras con alas mayores de 7.5cm para asegurar la protección de la cara, pabellones auriculares y el cuello.

  • Las gafas solares son recomendables si poseen filtro solar, de lo contrario, un lente oscuro puede provocar una dilatación de las pupilas y una mayor exposición a los rayos ultravioleta.

  • Hidrátese, consuma abundantes líquidos durante y tras la exposición solar.

  • Evite secarse al sol luego de mojarse, esto podría eliminar el protector solar y las gotas residuales pueden actuar como una lupa y amplificar la acción de las radiaciones.

  • Tras la exposición solar, refresque su piel con un baño de agua tibia, hidrate generosamente la piel para recuperar el manto hidrolipídico y el agua perdida.

  • Consulte el índice de radiación ultravioleta (UVI) con el instituto meteorológico local. Utilice aplicaciones móviles que avisen sobre las horas de mayor riesgo y que notifiquen el momento en que se requiere reaplicar el protector solar.

  • Los niños y en general los menores de 20 años requieren especial cuidado con su piel, por lo que deben evitar la exposición solar.


La Clínica Alfaro le ofrece las siguientes servicios para su protección:

  • Diagnóstico de la piel: personal calificado y tecnología como el Skin Analyzer, equipo que realiza un escaneo de la piel y permite visualizar daños que a simple vista no se perciben.

  • Asesoría sobre protección solar: recomendaciones sobre el fotoprotector adecuado según sus condiciones, así como una rutina de cuidado diario. Existen bloqueadores solares de uso tópico con filtros físicos, químicos y biológicos, así como para cada tipo de piel, resistentes al agua, con efecto hidratante, inmunomodulador, también los hay de uso oral, es decir en pastillas. Las opciones son muchas, consulte la elección del protector solar con su médico de confianza.

  • Hidratación facial y corporal: tratamientos para hidratación y humectación, tanto a nivel facial como corporal. Estas terapias se acompañan con equipos y técnicas que mejoran la penetración de los productos y propician resultados muy favorables para su piel.


Desmitificando la exposición solar


Tras la exposición solar es recomendable el uso de productos adecuados y de carácter dermatológico, según el tipo de piel y la zona afectada. La zona más sensible al fotoenvejecimiento es el rostro, particularmente el contorno de ojos y los labios. Otras zonas que requieren atención son el escote y las manos.


En la Clínica Alfaro esperamos que este artículo sea de utilidad y sirva para aclarar dudas. Estamos para asesorarles y servirles sobre este tema.

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